Las ventas directas son un canal de distribución utilizado por marcas globales de renombre y empresas más pequeñas creadas por emprendedores para comercializar productos y servicios al consumidor. Los canales de ventas directas difieren de las ventas minoristas normales de una forma importante. No solo se trata de hacerles llegar a los clientes los productos y servicios, sino que más bien se trata de una vía por medio de la cual personas con espíritu emprendedor pueden trabajar de forma independiente para forjar un negocio con bajos costos de inicio y operación. De hecho, las ventas directas son una de las vías más accesibles para convertirse en empresario.
Las ventas directas son un negocio global que abarca diversos países y continentes. Más de 18 millones de estadounidenses participan de las ventas directas ya sea a tiempo completo o parcial, aproximadamente uno de cada siete hogares en EE. UU. El sector de las ventas directas aportó $36 mil millones a la economía estadounidense y $183.7 mil millones a la economía mundial en 2015.
Por supuesto. Millones de personas en todo el mundo están ganando dinero por medio de las ventas directas. Aunque la mayoría usan el negocio para complementar su ingreso, algunos lo llevan para alcanzar metas a largo plazo y crear un estilo de vida increíble. Al igual que con cualquier empresa, el éxito en las ventas directas no está garantizado. Hay muchos factores que inciden en la capacidad de alcanzar el éxito, aunque este proviene en parte de una persona que está dispuesta a trabajar duro, mantenerse centrada en sus objetivos a largo plazo y forjar su propia empresa por cuenta propia.
Mito no. 1: Los vendedores directos ganan dinero adquiriendo miembros.
La realidad: En las ventas directas, no se paga compensación por adquirir miembros en su equipo. La compensación solo se paga cuando se adquieren clientes y estos usan los productos y servicios.
Mito no. 2: Las ventas directas son un esquema de pirámide.
La realidad: Los esquemas de pirámide son ilegales. Sí, es cierto que existen los esquemas de pirámide, pero las ventas directas son una forma legítima y lícita de dar acceso a personas con espíritu emprendedor de crear su propia empresa sin hacerlo solos. La diferencia principal entre una empresa de ventas directas y un esquema de pirámide es la forma en que la empresa compensa a su equipo de ventas. En las empresas de ventas directas la compensación se basa 100% en la venta de productos y servicios reales a clientes reales. En una estafa o esquema de pirámide ilegal se da compensación en base a la afiliación de miembros, y en la mayoría de los casos no se venden productos como tal ni se adquieren clientes verdaderos.
Mito no. 3: Los vendedores directos no son empresarios serios.
La realidad: Aunque muchas personas comienzan un negocio de venta directa a tiempo parcial con la esperanza de complementar su ingreso cada mes, existen vendedores directos que operan su negocio a tiempo completo para mantener a su familia. Ambos son empresarios; alguien que organiza y administra un negocio, por lo general con bastante iniciativa.
Mito no. 4: Las ventas directas están pasadas de moda.
La realidad: Las ventas directas fueron la primera red social, mucho antes que Facebook. Lo que les falta a las grandes cadenas de tiendas por departamentos y ventas minoristas en servicio al cliente y desarrollo de relaciones les sobra a los vendedores directos, quienes brindan una experiencia de compras personal de tú a tú. Con el auge de las ventas y redes sociales, las ventas directas son más relevantes hoy que nunca antes.
Mito no. 5: Los vendedores directos son todos mamás que trabajan desde casa y carecen de preparación o destrezas.
La realidad: Las ventas directas brindan una oportunidad para que personas de todos los ámbitos y con todo tipo de formación creen su propio negocio. Aunque muchos padres que no trabajan fuera de casa inician el negocio a tiempo parcial para aportar algo de dinero adicional, muchos vendedores directos trabajan a tiempo completo. El sector está repleto de exprofesionales de empresa, empresarios tradicionales, exatletas profesionales, médicos, abogados y mucho más.
Mito no. 6: Si uno no empieza con el pie derecho, no tendrá éxito.
La realidad: Las ventas directas ofrecen un terreno equitativo. No importa cuándo uno empiece con las ventas directas, tendrá la misma oportunidad de forjar una empresa exitosa que alguien que comenzó hace muchos años. De hecho, la mayoría de las empresas de ventas directas mejoran con el tiempo, y ofrecen mejores productos, servicios y oportunidades de negocio que nunca antes.